Te lo voy a poner fácil, dentro de lo que cabe en mi. Digamos, o mejor supongamos, que esas miradas son por algún motivo, supongamos que esos roces no son por casualidad, supongamos también que soy muuuy tímida y no se como decirte que me gustas. Supongamos que te quiero un poco, que me vuelves loca y que me dejas sin palabras. Dejemos de suponer, y ahora piensa que quizás y solo quizás todo lo anterior sea cierto.
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